Mi profesor favorito
A lo largo de la vida académica, los alumnos nos encontramos con distintos tipos de profesores. Algunos nos pueden caer mal, hasta el punto de que nos amargan la experiencia con una determinada asignatura, otros pasan sin pena ni gloria, y otros nos pueden marcar de por vida. Estos últimos, muchas veces son responsables del camino académico que hemos escogido en nuestras vidas; son personas que nos han llenado de inquietudes con respecto a un tema o asignatura en concreto, y que han condicionado las personas que somos ahora y en nuestro futuro. Así, en esta entrada me gustaría hablar de mi profesor favorito.
Mi profesor favorito se llama Manuel Xusto Galego, "Xusto" para los alumnos, y, cómo no, impartía biología. Ya solo con mencionar esto, está claro que es uno de los responsables de la pasión que siento por la biología y por la ciencia, y de que a día de hoy sea biólogo.
Cuando me daba clase, era un hombre cerca de los 50 años que vestía bien y llegaba al instituto en moto. Físicamente, destacaba por su larga y frondosa barba y por su pelo desaliñado, ambos de tono grisáceo por las canas. Varias veces le mencionamos que parecía una versión moderna de Darwin. Este aspecto contrastaba muy bien con su personalidad, pues era extrovertido, bromista, espontáneo y buena persona.
Como profesor, era una persona que no seguía mucho lo que decían los libros, nos lo contaba a su manera. Además, nos relacionaba los contenidos con la realidad, poniéndonos ejemplos prácticos, muchas veces procedentes de su propia experiencia. De esta manera, hacía que las clases fueran amenas y entretenidas a la par de interesantes, consiguiendo que viéramos como lo que aparecía en los libros se extrapolaba a la realidad. Por otro lado, al ser tan espontáneo, nos mandaba trabajos de manera esporádica sobre temas que podíamos elegir nosotros mismos. Nos daba libertad para elegir y profundizar en temas de la materia que realmente nos gustaban, y esto me parece algo realmente interesante para fomentar el interés del alumno por la materia. Por último, debo añadir que es de los pocos profesores que nos inculcaba la gran importancia de pensar por nosotros mismos, de aprender de verdad y dejar a un lado el memorizar.
Hace años que no lo veo, no se donde está actualmente. Desde aquí le doy las gracias, tanto por ser tan buen profesor y buena persona, como por el café al que me invitó días antes de ir a selectividad mientras charlábamos en la cafetería de cosas de biología. Gracias Xusto.
Una entrada muy emotiva, sin lugar a dudas se nota que profe Xusto te ha influenciado mucho. Seguro que llegas a ser tan buen profesor como él
ResponderEliminar¡Hola Pablo, muchas gracias! Seguro que tu también serás un gran profesor
EliminarMe ha recordado mucho a mi profesor de Biología del instituto. También impartía clase de una manera poco convencional. Por sus "pintas" le terminamos apodando como "Profesor Bacterio" en referencia al personaje de los conocidos cómics de Mortadelo y Filemón.
ResponderEliminar¡Hola! Al final, esos son los profesores que acaban marcando a los alumnos. !Gracias por compartirlo!
EliminarUn post muy bonito Joni. En verdad es muy bonito que haya profesores que nos hagan investigar desde tan pequeños, nos hace involucrarnos más. Me has recordado a mi profesora de biología, la cual me ayudó a saber cómo estudiar mejor y me ha hecho mucha ilusión. ¡Que bonito que a través de la escritura se pueda transmitir tanto!
ResponderEliminar¡Hola Carolina! Desde luego que sí. ¡Muchas gracias por compartirlo!
EliminarBuenas, la verdad es que según hablas de tu profesor puedo imaginarme lo interesante que era escucharle. Totalmente de acuerdo en mandar tareas por las que cada uno nos sintamos atraídos, pues solo así vamos a mostrar ilusión por ellas, y al final, son las que recordaremos... ¡Gracias por el post!
ResponderEliminarHola, me alegro que te haya gustado. ¡Muchas gracias por el comentario!
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